lunes, 5 de septiembre de 2011

Dark days.

Hay días en mi vida que son totalmente negros, no consigo ver la luz por ningún sitio. Cada vez estos días son más y más comunes. Todo lo malo de mi vida viene a mi cabeza y siento que necesito algo para desahogar mi frustración. Un día no podía sacar de mi la idea de que, a parte de mi familia, no tengo a nadie, estoy sola, la gente se aleja de mi y no consigo entender porque. Es como si tuviera una especie de peste o enfermedad contagiosa. Esto no salía de mi cabeza ese día, tampoco la imagen de mi asqueroso cuerpo y mucho menos la idea de que mi cuerpo era uno de los motivos de que no tuviera novio y que nadie se acercara a mi. Ese día me sentía totalmente perdida, fuera de la tierra, fuera de este jodido mundo. Ese día me sentía vacía totalmente. Sentía que me tenia que desahogar con algo.
Me corté.
No llegué a las venas, sino que solo rajé la piel. Lo hice para desahogar todo lo que llevaba dentro de mi ser. Después de ese día, eso se hizo más frecuente. Los días negros o grises de mi vida se van amontonando a mi alrededor y coger un objeto punzante es la única manera que se me ocurre para olvidar todas las frustraciones por un segundo y aliviarme del todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario